MIEDOEINCERTIDUMBRE

martes, 30 de noviembre de 2010

OTOÑO

Cambian las cosas.

Los campos dan sus buenos frutos.

La lluvia sucede a la lluvia.

Pasan las estaciones.

Y es a través de este cristal,

húmedo , lleno de motas blancas  de suciedad,

testigo de tantos ojos que lo han visto,

donde , un árbol , ahora,

 en  este otoño,

espera su renacer

en la próxima primavera.

lunes, 29 de noviembre de 2010

PROSTITUCIÓN INFANTIL

¿ Follar con ella?

Ese es caro y para elegidos,

 dice el chulo.

Quince años

tiene la muchacha.


Cuerpo preso

en el placer de otros

que no  puede existir puro

 en el reino siniestro

 de los adultos.



Ni ya , nunca más,

 en el de la niñez.

domingo, 28 de noviembre de 2010

SUPREMA REALIDAD

Silencio.

Murmullos de vida,

 asépticos hospitales,

 crueles funerarias,

Lúgubres morgues.

Mientras el mediodía jalona las montañas,

en las habitaciones,

en los campos de batalla,

en sus camas,

en los quirófanos,

en los geriátricos,

los hombres mueren.


Suprema realidad.

LULÚ DE NOCHE

Y ahora soy esto,

un joven viejo de 32 años.

Pasos hubo

que aquí me trajeron.

Y es aquí,

en este punto de inagotable pesimismo

y densa soledad,

en la tarde, en su final,

  tensa ésta  como un arco venenoso,

  cuando,  sin darme cuenta, de imprevisto,

 cae la noche y su silencio.

sábado, 27 de noviembre de 2010

LA FUENTE

Mira la fuente.

El agua sigue,

y tú que la ves,

también.

Siente este instante.

Ya sois lo mismo.


Intrahistoria.

viernes, 26 de noviembre de 2010

LA LÁPIDA

 Desaparecéremos.

Otros vendrán y nos olvidarán

en torno a un sol nuevo y reluciente

que nos hará opacos y oscuros

a aquellos que vivirán

lo que hoy son nuestros días.

Y así , sobre mí,

y también sobre ti,

en nuestras lápidas

sólo habra  un oscuro silencio.


Insoportable.

ENTIBIADA TRISTEZA

Observo el vuelo de los pájaros

en el ocaso de una tarde de otoño.

¿ Qué debo hacer  , amor mío,

para dejar de ser yo

 y no amar

 esta entibiada tristeza?

miércoles, 24 de noviembre de 2010

ZEUS HABLA A SU HIJO HÉRCULES.

Inquieto está el Olimpo en  estos tiempos,

pues Zeus hace mucho que no duerme

y busca , desesperado,

 respuesta a sus miedos

en  el amor de sus muchos hijos.

No sólo está la noche

presa del temor a la luz del día.

Es mi orgullo, vuestro olvido y desprecio,

lo que me inquieta.

Mudo , sordo, debería estar.

Firme como mis estatuas;

 pero quiero saber.

¿Por qué en vuestros ojos , Hércules,

está vivo aquel fulgor que yo  sé

que no puede existir en lo mortal

y es sólo propio de los dioses?

sábado, 20 de noviembre de 2010

MORIR

 Tal vez deberíamos olvidarlo todo.

Empezar de nuevo cada mañana,

aprender hacia atrás y desalojar nuestro conocimiento.

Romper en dos mitades nuestra vida y obras.

Destruirlo todo, lo más rotundo y lo más perecedero,

y así, en nuestro final, superado  el  temor a las palabras,

 sentados en nuestro viejo sillón,

cuando ya no quede nada,

saber morir.

jueves, 18 de noviembre de 2010

LA FORTUNA

 No eres más que un deseo.

Un reflejo del miedo al terror y al fracaso.

Por eso te queremos.

Por eso te buscamos

y creemos que, afortunadamente,

 apareces fortuna.

Y de tanto esperarte, de repente,

tu futuro está en mi rostro,

sensitiva a todo lo que en ti busco

y espero inocente alcanzar.


Pero ahora yo te acuso.


 Pues como un vino amargo que emborracha,

haces latir mi corazón

y sólo eso.

Nada, esa es tu respuesta.

Nada más

ni nada nuevo.



Por eso te maldigo

fortuna.

Por eso te maldigo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

LA INSATISFACCIÓN

Suena la lluvia en la ventana.

La ausencia es espacio.

¿Y qué he de hacer hoy, 

unido a un deseo  que ni se llena

ni me place y  cierra en mí,

seco y  adusto,

como árida peña

el no  poder entrar más en ella?

Pero; ¿ quién eres tú?.

¿O qué?

SACRIFICIO

De uno a uno,  todos,

 no somos nada.

Pero mi vida sigue

a pesar de que  mis años

no resisten el desgate.


Pero todo eres tú, mujer.

En ti comienza mi vida  madre,

  y se edifica mi fin , hija mía.

Pocos momentos de calma.

La historia  ajena a mí,

siendo yo simple masa para su letra.

¿Resplandece triunfante , entonces,

 mi muerte en mi sacrifico por nada?

Y ya sé que nada tiene sentido.

Sé o no sé, - quién lo sabe-

que hay un fin y un comienzo.

Una muerte y un asesinato

encubierto en cada nueva vida.

Que hay cosas que están realizadas y que quedan por realizar

y que lo eterno, perdido en la crueldad,

 no llora por mí; mas bien es, impasible,

indiferente, aséptico.

Vacío y gélido.

Ironícamente matemático.

Ajeno.

Moriré,

sí, moriré.

Moriré.


Y nada a de cambiar

 porque no hay nada.