MIEDOEINCERTIDUMBRE

viernes, 24 de febrero de 2012

LA VEJEZ

 No es esta la soledad de los sabios,

la  de los que se retiran del mundanal ruido

y viven felices ajenos a todos.

Pues esta soledad, como un afilado tridente,

 - hiriendo  mi corazón -

me recuerda dolorosamente

 el tiempo de la  inocencia.

Fui joven una vez,

Audaz e intrépido,

temerario; inexperto.

Amé a una mujer.

A todas,

a las que pude,

escribiendo  mi memoria

con  las líneas de su cuerpo

y su exuberante abundancia.

Sólo hoy


 evocar sus nombres


 me reconforta.

lunes, 13 de febrero de 2012

EL SUEÑO DEL AMOR

 El amor

 traduce la furia

de la vida.

Gasta energías en pleitos

que , cerrados en un árbol,

 endulzan la existencia.

Dos enamorados huyen de sí

y de nosotros.

Buscan , despojados de lo inútil,

 vivir ajenos,

en callada plenitud,

en un lugar que se llama sueño.

viernes, 10 de febrero de 2012

 Palpita la hora final.

En lo suspiros, quizás últimos,

el silencio condensa una vida.

No se piensa, ni se siente.

El segundo previo a la eternidad.

Una nebulosa de lo que uno fue

se construye en los que todavía están.

Abren la puerta,

entra la enfermera.

La muerte aún no reina.

jueves, 9 de febrero de 2012

UN DÍA MÁS


Todo esperanza vencida

 rompe en pedazos el corazón

llenándolo de odio

 donde antes  sólo había inocencia.

Pero tú y yo sabemos que  sólo un instante

de felicidad, donde el amor venza

a la mugre del hombre y a su mentira,

llena toda las mañanas y alimenta

lo bueno que hay en nosotros.

Vuelve pureza,

vuelve.

Dame un día más.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Fui feliz un día

Ajeno a la pena y la amargura de la vida.

Descendí, entró en mí lo innombrable,

enjuto y vil, haciéndome daño.

En otro tiempo estás,  alejada de esta inmundicia.

Resopla viento,

Vivo en ti

y en la esperanza.

domingo, 5 de febrero de 2012

EL FUTURO

 Los días pasan incesantes.

Quedan  los viejos recuerdos,

 lo ajeno que cautiva lo propio

y nos señala que momentos intrascendentes son los

que cambian una vida.

Ahora debemos pensar en lo que nos ha sucedido.

Gritar o callar, en el silencio sonoro de uno mismo,

y  pensar que porque nos pasan cosas


estamos vivos.

El mañana es más que el futuro.