EL AMOR

 Quién  todo lo duda

  condena su destino.

Condena agria es pues

esperar una respuesta

o  tener esperanzas

en los demás o

en su comprensión.

Nada bueno hay en eso,

sólo miseria.

¿Qué mano impulsa entonces

a esta sólida  inquietud,

qué susurra sobre él

tan seductor canto

que tanto le turba y le intriga

y le da , después de muchas disquisiciones,

 un poco de luz

a pesar de tantos fracasos?

El amor.

Sólo eso.

El amor.

ÚNICO.

 Es difícil sobrevivir en los tiempos en que todo está precisado  y todo y todos ,obligatoriamente, debemos triunfar. Es por esto, quízás, el que detesto la genialidad. Ésta, simplemente, no existe.  Es un producto programático de multinacionales y slogans manidos que nos dicen que hay que ser especial  en un mundo donde tener un cuerpo diez y una mente prodigiosa es absolutamente "in". Yo no soy así, al contrario. Me defino ordinario y común y escribo en este blog como expiación personal de los  muchos y variados problemas que habitan en mi vida. Problemas como los de tantos. Pero hay una cosa que si soy; único. Nadie más es yo.

La huida de los jóvenes

Espiga quebrada,

llanto nervioso,

inequidad, violencia,

arrebato; ansiedad.

Los jóvenes corren las calles

fugados de sí y sus familias.

tú aquí yo allí,

hace veinte años.

Todo  igual.

La huida

es la misma;

hacia adelante. 

ESPAÑA

La miseria mesetaria,

la que se pega como sudor rancio

y ventana bajada que escucha.

La que está en las calles y plazuelas,

en las muertas miradas de gente

que saluda y ,luego, critica.

Este mundo, el mundo todo,

es España.

Patria de la envidia y orgullo

del patán.