No es esta la soledad de los sabios,
la de los que se retiran del mundanal ruido
y viven felices ajenos a todos.
Pues esta soledad, como un afilado tridente,
- hiriendo mi corazón -
me recuerda dolorosamente
el tiempo de la inocencia.
Fui joven una vez,
Audaz e intrépido,
temerario; inexperto.
Amé a una mujer.
A todas,
a las que pude,
escribiendo mi memoria
con las líneas de su cuerpo
y su exuberante abundancia.
Sólo hoy
evocar sus nombres
me reconforta.
la de los que se retiran del mundanal ruido
y viven felices ajenos a todos.
Pues esta soledad, como un afilado tridente,
- hiriendo mi corazón -
me recuerda dolorosamente
el tiempo de la inocencia.
Fui joven una vez,
Audaz e intrépido,
temerario; inexperto.
Amé a una mujer.
A todas,
a las que pude,
escribiendo mi memoria
con las líneas de su cuerpo
y su exuberante abundancia.
Sólo hoy
evocar sus nombres
me reconforta.
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